Sistema de purificación de aire profesional diseñado para uso comercial y residencial que se instala en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado sin afectar el flujo de aire. Con tecnología patentada para tratar y descontaminar el ambiente interior de virus, bacterias, humos, malos olores, compuestos orgánicos volátiles y patógenos en aire y superficies.
Lámparas esterilizadoras UV-C que limpian el aire continuamente a medida que pasa por las lámparas UV de alto rendimiento. Asimismo, da como resultado la eliminación de la desagradable biopelícula que puede crecer en la superficie interna de los sistemas de climatización. El dispositivo es un inhibidor eficaz contra los microorganismos dañinos. Su instalación se puede realizar a posteriori en redes de ventilación o climatización en servicio, a través de simples agujeros en la pared del conducto.
Filtros de carbón activo en distintos formatos (pellets, manta sintética impregnada, bolsas rígidas multidiédrico) impregnadas de carbón con doble acción de filtración y desodorización. Se suelen colocar en la entrada, la salida y la recirculación en sistemas de ventilación que requieran mejorar la calidad del aire, eliminando gases contaminantes y olores.
Los filtros electrostáticos son dispositivos que se adaptan a distintos sistemas de ventilación para depurar eficazmente el aire. Las partículas con carga positiva que entran en el sistema de conductos son atraídas por las superficies del filtro con carga negativa y viceversa, de este modo todas las partículas aéreas se adhieren como un imán al sistema de filtrado y quedan unidas a él hasta proceder a su limpieza.
Filtro de bolsas de alta eficiencia compuesto de un marco de acero galvanizado. Los filtros de bolsa están formados por cuerpos filtrantes que contienen una o más bolsas en forma cónica fijadas sobre un soporte de acero galvanizado. La filtración se realiza desde el interior hacia el exterior de la bolsa.
Son prefiltros de filtros HEPA y ULPA, compuesto de un marco de poliestireno y un papel de fibra de vidrio como elemento filtrante.
Es un prefiltro o filtro de doble rejilla metálica, de alta eficiencia, con un papel de fibra de vidrio como elemento filtrante.
Hablamos de un prefiltro de superficie quebrada recambiable, plegado en zig-zag con media sintética. Consigue retener las partículas más gruesas en instalaciones y procesos industriales con gran caudal de aire con el menor espacio posible.
Una nueva era para los sistemas de purificación
Aunque la calidad del aire interior siempre ha sido importante, después de la pandemia nos hemos concienciado en eliminar los virus del ambiente. Se abre una nueva era en la utilización de sistemas de purificación para espacios residenciales y profesionales. La climatización, la ventilación y la purificación serán de gran importancia para garantizar espacios con una calidad del aire óptima y cuidar del aire que respiramos.
Cuida del aire que respiras
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo pone de manifiesto que la calidad del aire interior afecta directamente a los trabajadores y las trabajadoras y a su rendimiento. En el momento que se cuida el aire que respiran, sus capacidades no se verán mermadas, por lo que, su confort se verá traducido en su productividad. ¿Qué puede fallar?
Beneficios y eficiencia
El mayor número de quejas referentes a la calidad del aire del interior de un edificio entran dentro del apartado de confort térmico y ventilación. Según el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH), en más del 50% de estudios realizados en edificios, los problemas eran causados por una inadecuada ventilación. Actuar contra esto será beneficioso para las personas y aumentará la eficiencia energética de los sistemas implantados.
Síndrome del Edificio Enfermo
Nuestros espacios de trabajo deberían ser lugares saludables, sin embargo, en ocasiones los edificios de oficinas presentan problemas que dan lugar a lo que la OMS definió como Síndrome del Edificio Enfermo (SEE). Se conoce con este nombre al “conjunto de molestias ocasionadas por la mala ventilación, la descompensación térmica, las cargas electromagnéticas y las partículas y vapores de origen químico en suspensión que circulan por el edificio en el que vivimos o trabajamos”. Los síntomas más frecuentes no son graves, pero pueden suponer una molestia en el día a día y mermar nuestra capacidad de trabajo. Algunos de ellos son sensación de cansancio, dolores de cabeza, sequedad de ojos o garganta, náuseas, mareos… Síntomas se agravan dentro del edificio y que mejoran al abandonarlo.